viernes, 25 de marzo de 2011

Los socialistas catalanes, infames y desvergonzados, culpan a los “racistas” españoles

Los socialistas catalanes, infames y desvergonzados, culpan a los “racistas” españoles y no a los delincuentes extranjeros de la crispación en Salt

COGIDO:ALERTADIGITAL Ni una palabra sobre el asesinato a sanfre fría de Oscar Cruz a manos de un magrebí. Ni tampoco acerca de la agitación delictiva que vive el municipio, lo que ha obligado a cientos de familias catalanes a recluirse en sus viviendas. Tampoco hay alusiones a las agresiones contra agentes policiales por parte de inmigrantes, en la mayoría de casos sin papeles. El PSC de Salt pasa por alto todos esos hechos y acusa a “un grupo político racista de Salt” de ser “los máximos agitadores de la vida política” en la ciudad. Un ejemplo más de cómo la desvergüenza de los socialistas catalanes no parece tener límite ni freno.

Los socialistas de Salto, cuya conflictividad social es proporcional a la complicidad de algunos de sus dirigentes con cabecillas extranjeros que viven en permanente roce con el delito dan su apoyo a la alcaldesa de Salt, Iolanda Pineda, en un momento que califican de “difícil” y reiteran que “no daremos nunca ni un paso atrás”. “El miedo, la difamación, los gritos o los engaños de algunos nunca nos harán renunciar a defender nuestras ideas y nuestro proyecto político”. ¿A qué miedo se refieren estos caraduras? Sin duda no al que siente la mayoría de los vecinos autóctonos cuando transita las calles del otrora tranquilo pueblo.

Los socialistas rechazan “de forma taxativa algunos hechos” de la concentración ante el Ayuntamiento y condena “el acoso a la alcaldesa y a su familia”. Recuerdan que “un grupo numeroso de personas fue hasta el domicilio de la alcaldesa para intimidarla y estos son un hechos de enorme relevancia y gravedad”. Por supuesto, nada que objetar al hecho de que los delincuentes acudan hasta los domicilios de la gente decente de Salt para intimidarles , robarles y hasta asesinarles en algunos casos.

Los socialistas acusan a Antonio Rodríguez, “la cabeza visible de un grupo político racista de Salt, y que ha sido uno de los máximos agitadores de la política en Salt durante los últimos meses” de participar “en el acto de intimidación ante el domicilio de la alcaldesa “. “Este comportamiento es tan condenable como impresentable”, sentencian.

El PSC dice creer en “las instituciones democráticas y sus representantes” (así le va al pueblo de Salt), aunque admiten que “no hay soluciones mágicas ni rápidas”. En un toque demagógico a su impresentable soflama hueca sostienen que que “sólo en la vía del trabajo y la apuesta por un futuro mejor es donde nos encontrarán”. Les faltó decir que donde más se encuentran últimamente los ciudadanos de Salt es en el tanatorio para despedir a algún vecino asesinado. Pero eso, por lo que se ve, son menudencias para cualquier progre que se precie de serlo.

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