lunes, 1 de marzo de 2010

CHULOPISCINAS


Cretinos hay en todas partes. Esto no lo negaremos; no pretenderemos que en Suecia todo el mundo es listo y sólo habla cuando tiene algo que decir. Ahora bien, en España, además, adoramos a los cretinos; les encumbramos. Los protagonistas de nuestra portada son un claro ejemplo.¿Por qué un truño chulopiscinas como José María Aznar llegó a presidente de gobierno? De acuerdo, hubo un cierto factor sorpresa: cuando ganó en el 96 todavía tenía el aspecto moderado y anticarismático de aquel inspector de hacienda que había sido. Pero aún ahora, después de los 10 kilómetros en 5 minutos, de las dos mil abdominales diarias, del boli en la regatera de Marta Nebot, del saludo helénico en la Universidad de Oviedo; después de todo eso, ¡hay quien sigue elogiándole y comprando sus libros y felándole metafóricamente en editoriales de periódicos! Peor aún: deciden abrir puertas a candidatos populares a Eurovisión, y ¿quién aterriza en una gala retransmitida por la tele pública? John Cobra, el más triste ejemplo de analfabetismo ibérico que jamás ha dado Youtube, un matón, un chorlito, un delincuente ex convicto que sabe tanto de rapear como de latín clásico. Está visto: adoramos a los cretinos. Amigos, tanto en política como en Eurovisión, la democracia en este país es como una pistola cargada en manos de un simio: alguien saldrá herido, y muy probablemente sea España/el simio.

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